En 1830, un grupo de hombres acusados de actos de piratería fueron ahorcados en Cádiz mientras su cabecilla, el pontevedrés Benito de Soto, esperaba idéntica suerte en una angustiosa prisión de Gibraltar. Todos ellos, protagonistas de una aventura marítima sin igual que se desarrolla en tres continentes distintos, se llevaron a la tumba uno de los más desconcertantes misterios de la historia de Cádiz del siglo XIX.
Ahora, F. Javier Castro y Enrique G. Luque han aunado esfuerzos para narrar, apoyados en numerosos datos reales, una de las aventuras más apasionantes que pueda encontrar en el panorama literario.
Los Diablos del Mar es una novela histórica y de aventuras, sobre todo un libro de aventuras en el mar. Los autores hicieron una importante labor de investigación, recabando datos sobre la figura de Benito de Soto y todos sus viajes, enlazándolo con uno de los misterios históricos más curiosos de Cádiz, y el resultado final ha sido bastante bueno. Un libro fiel a los hechos reales y a la vez un lectura amena, con cierto estilo a las aventuras del mar de Stevenson. El ritmo de la novela va in crescendo, hasta alcanzar una lectura trepidante, que hace que no abandones el libro hasta el desenlace.
La primera parte de la novela trata sobre todo el tema de la esclavitud, se hace muy crudo, pero realista de aquella época al retratar la ferocidad de los negreros y el exterminio de esclavos con la llegada de la epidemia de malaria. En esta parte conocemos a la esclava Nadja, uno de los mejores personajes de esta historia, si no el mejor.
La segunda parte marca el inicio de las correrías de Benito y sus secuaces cruzando el océano. Se entremezcla con el viaje del Morning Star, cuyo destino es Londres. Conocemos a personajes tan humanos como Alan Clark y Helen, que me encantaron. Los autores pretendieron suavizar la figura sanguinaria y sádica del pirata con la historia de su amor, pero en mi opinión no lo consiguieron, porque al final sigue quedando la imagen de uno de los piratas más genocidas sobre la de persona enamorada. Siendo el protagonista de la novela, me parecen mucho más completos otros personajes secundarios.
Lo recomiendo como un buen libro de aventuras, pero no a todos los lectores, porque tiene algunas partes muy duras, sumado al inconveniente de que los autores a veces pecan de violencia gratuita. El libro cuenta ya con dos ediciones. Espero que siga siendo más difundido y tenga más éxito, porque creo que es un libro que lo merece.
Gracias Junior por descubrirme esta historia de unos escritores de tu tierra. Cuando vaya allá me tendrás que enseñar la playa de La Cortadura.***
“Mi madre solía decir que sólo basta una mirada sincera para conocer el corazón de un hombre.”
"El Morning Star que lucía su nombre con letras doradas irradiaba una belleza soberbia. Podría describirse como la embarcación anhelada por todo pintor amante de escenas marítimas. El Estrella de la mañana, un indianman de 3 mástiles, era una fragata en la que destacaba además su espigado bauprés sobre un mascarón dorado en forma de ninfa marina con ambos brazos inclinados hacia atrás, uno a cada costado del buque, y su mirada constante en el horizonte."
"A distancia mínima una veintena de soldados uniformados con la pulcritud exigida al pasar revista, les escoltaban diligentes apuntándoles con sus bayonetas. Atravesaban entonces la explanada de aquella plaza fuerte impenetrable, en la que las tropas de Napoleón Bonaparte fueron obligadas, hacía menos de dos décadas, a doblegar su rodilla ante el ímpetu, arrojo y pundonor de los últimos rebeldes españoles."
1 comentario:
Yo también lo he leído y buscando más información del libro me he topado con tu blog. Coincido totalmente con lo que dices, incluso hasta el negrero...Reinaldo Leal me parece un personaje bastante bien definido. Me quedo además con el ritmo "in crescendo" y con la verosimilitud con que se describe el ataque al Morning Star. Joder (con perdón) pero hubo momentos del libro que estaba tan metido en la trama que me dolía verdaderamente lo que estaba pasando. Buen libro, si señor.
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