jueves, enero 31, 2008

LA MADRE NATURALEZA de Emilia Pardo Bazán


La madre Naturaleza fue considerada en el momento de su aparición uno de los ejemplos más ortodoxos del Naturalismo en España, a pesar de sus diferencias con las prescripciones de Zola. La novela se ocupa de un proceso natural que está condenado por la sociedad: el enfrentamiento entre naturaleza y cultura, expresado como la fuerza irresistible del amor que sienten dos seres que acaban sucumbiendo a los impulsos naturales.
La madre naturaleza publicada en 1887 es la conclusión de la historia de los personajes que conocimos en los Pazos de Ulloa. Si bien es más que una brillante continuación del libro no llega al nivel de su predecesora en mi opinión. Aquí la autora usa una prosa más poética y descriptiva , en sus páginas sientes el amor que sentía la escritora por su tierra recreando los ambientes campestres. Por fin vemos desarrollados los personajes de Perucho y Manuela. Y conocemos a otro personaje no menos interesante: Gabriel. Otro gran libro de esta escritora con el que he disfrutado mucho, pude saborear el libro.
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"Las nubes, amontonadas y de un gris amoratado, como de tinta desleída, fueron juntándose, juntándose, sin duda a cónclave, en las alturas del cielo, deliberando si se desharían o no se desharían en chubasco. Resueltas finalmente a lo primero, empezaron por soltar goterones anchos, gruesos, legítima lluvia de estío, que doblaba las puntas de las yerbas y resonaba estrepitosamente en los zarzales; luego se apresuraron a porfía, multiplicaron sus esfuerzos, se derritieron en rápidos y oblicuos hilos de agua, empapando la tierra, inundando los matorrales, sumergiendo la vegetación menuda, colándose como podían al través de la copa de los árboles para escurrir después tronco abajo, a manera de raudales de lágrimas por un semblante rugoso y moreno. Bajo un árbol se refugió la pareja. Era el árbol protector magnífico castaño, de majestuosa y vasta copa, abierta con pompa casi arquitectural sobre el ancha y firme columna del tronco, que parecía lanzarse arrogantemente hacia las desatadas nubes: árbol patriarcal, de esos que ven con indiferencia desdeñosa sucederse generaciones de chinches, pulgones, hormigas y larvas, y les dan cuna y sepulcro en los senos de su rajada corteza. "
"Iban orillando un sembrado de trigo, que en aquel país abundan menos y se siegan más tarde que los de centeno. Si a la luz del sol un trigal es cosa linda por su frescura de égloga, por los tonos pastoriles de sus espigas, amapolas, cardos y acianos, de noche gana en aromas lo que pierde en colores, y parece perfumado colchón tendido bajo un dosel de seda bordado de astros. Convida a tomar asiento el florido ribazo alfombrado de manzanillas, cuya vaga blancura se destaca sobre la franja de yerba; y allá detrás se oye el susurro casi imperceptible de los tallos que van y vienen como las ondas de una laguna. "
"Uno de los deleites más sibaríticos para el feroz egoísmo humano, es ver -desde una pradería fresca, toda empapada en agua, toda salpicada de amarillos ranunclos y delicadas gramíneas, a la sombra de un grupo de álamos y un seto de mimbrales, regalado el oído con el suave murmurio del cañaveral, el argentino cántico del riachuelo y las piadas ternezas que se cruzan entre jilgueros, pardales y mirlos- cómo vence la cuesta de la carretera próxima, a paso de tortuga, el armatoste de la diligencia. Hace el pensamiento un paralelo (fuente de epicúreos goces, sazonados por el espectáculo del martirio ajeno), entre aquella fastidiosa angostura y esta dulce libertad, aquellos malos olores y estas auras embalsamadas, aquel ambiente irrespirable y esta atmósfera clara y vibrante de átomos de sol, aquel impertinente contacto forzoso y esta soledad amable y reparadora, aquel desapacible estrépito de ruedas y cristales y estos gorjeos de aves y manso ruido de viento, y por último, aquel riesgo próximo y esta seguridad deliciosa en el seno de una naturaleza amiga, risueña y penetrada de bondad."

jueves, enero 24, 2008

MEMORIAS DE UN CORTESANO DE 1815 de Benito Pérez Galdós

En uno de los episodios más humorísticos, narrado por un personaje en quien resuenan ecos de la mejor tradición picaresca ­Juan Bragas o don Juan de Pipaón, como él prefiere llamarse­, MEMORIAS DE UN CORTESANO DE 1815 nos da entrada en el estrambótico mundo de la corte de Fernando VII, dominada por groseros y avispados arribistas que hacen y deshacen,tiran y aflojan cada uno en la medida de sus posibilidades, según los peores usos de la monarquía absoluta.

Segundo episodio de la segunda serie que terminó de escribirse en 1875. Esta vez el protagonista es Juan Pipaón que conocimos en el episodio precedente como secundario. Galdós reflejó con él la inmoralidad de la corte de Fernando VII, el ascenso de Pipaón que sin mucho talento consigue escalar puestos hasta formar parte íntima de la corte. Me gustó más el personaje de Antonio Ugarte, maestro de Pipaón, con fuertes convicciones. Luego me encantó como Galdós caracterizo a un Fernando VII por momentos risueño y cuando quiere implacable. En un capítulo hace un guiño a la Primera Serie, algo con lo que siempre sorprende este escritor. Al igual que con un pasaje final cómico. En mi opinión este episodio queda por debajo de El equipaje del rey José, pero no deja de ser un libro recomendable.




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"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, doy principio a la historia de una parte muy principal de mi vida; quiero decir que empiezo a narrar la serie de trabajos, servicios, proezas y afanes, por los cuales pasé en poco tiempo, desde el más oscuro antro de las regias covachuelas, a calentar un sillón en el Real Consejo y Cámara de Castilla. Abran los oídos y escuchen y entiendan cómo un varón listo y honrado podía medrar y sublimarse por la sola virtud de sus merecimientos, sin sentar el pie en los tortuosos caminos de la intriga, ni halagar lisonjero las orejas de los grandes con la música de la adulación, ni poner tarifa a su conciencia o vil tasa a su honor, cual suelen hacer los menguados ambiciosillos del día, después que las sanas costumbres, la modestia, la sobriedad y la cristiana mansedumbre han huido avergonzadas del mundo, y son tan míseros de virtud los tiempos, que no se encuentra un hombre de bien aunque den por él medio millón de pícaros vividores. , del Hijo y del Espíritu Santo, doy principio a la historia de una parte muy principal de mi vida; quiero decir que empiezo a narrar la serie de trabajos, servicios, proezas y afanes, por los cuales pasé en poco tiempo, desde el más oscuro antro de las regias covachuelas, a calentar un sillón en el Real Consejo y Cámara de Castilla."




“La comparsa en que Vd. figuró, señor D. Juan, fue de las más abominables y al mismo tiempo de las más grotescas que han gastado tacones en nuestro escenario político. Cuanto puede denigrar a los hombres, la bajeza, la adulación, la falsedad, la doblez, la vil codicia, la envidia, la crueldad, todo lo acumuló aquel sexenio en su nefanda empolladura, que ni siquiera supo hacer el mal con talento. El alma se abate, el corazón se oprime al considerar aquel vacío inmenso, aquella ruin y enfermiza vida, que no tiene más síntomas visibles en la exterioridad de la nación, que los execrables vicios y las mezquinas pasiones de una corte corrompida. No hay ejemplo de una esterilidad más espantosa, ni jamás ha sido el genio español tan eunuco.”




"Delante de los tontos decía afectadamente tonterías, y delante de los sabios sabidurías, y jamás hablaba mal de nadie, aunque estuviese en Melilla o Ceuta. Era religioso y cuchicheaba con frailes y monjas; pero nunca le vi abogar celosamente por la Inquisición, ni dio al fuego sus libros filosóficos y enciclopedistas, pues los tenía buenos. Se lamentaba de que los revolucionarios fueran tan malos; pero en más de una ocasión le sorprendí en secreto con ciertos pajarracos que a cien leguas me olían al musguillo húmedo de las logias y a sociedad secreta; en fin, era hombre tan completo, que difícilmente se encontraría otro ejemplar, ni quien, como él, estuviese siempre en la justa medida, atento a su beneficio y realizando las supremas leyes de la vida con tal arte, que el Criador del mundo debía de estar muy satisfecho por haber criado a Ugarte. Sin duda después que lo echó al mundo, vio que era bueno."

LA VELOCIDAD DE LA LUZ de Javier Cercas


Ésta es la historia de una amistad, una amistad que empieza en 1987 cuando el narrador, un joven aspirante a novelista, viaja a una universidad del Medio Oeste estadounidense y conoce a Rodney Falk, su compañero de despacho, un ex combatiente de Vietnam huraño e inabordable, ferozmente lúcido y corroído en secreto por su pasado. Pero ésta es también la historia de una experiencia radical en el abismo indescifrable del mal y la culpa, que el propio narrador sólo logrará entender y asumir años más tarde, como en una fulguración, cuando conozca el éxito y lo que éste tiene de corrupción insidiosa. Para entonces la figura imprecisa de Rodney y su historia devastadora acabarán imponiéndosele con la fuerza de lo necesario, como un emblema de su propia historia, y acaso de la condición humana.


He conocido a Javier Cercas con la última novela que ha publicado, pero la experiencia lectora ha sido positiva, volveré a él. Terminado el libro me han entrado ganas de leer Soldados de Salamina, que la citan como su obra maestra. El estilo es sencillo, no es que tenga florituras ni sea muy descriptivo y poético. Pero consigue evocar sensaciones, es una novela de nostalgia, de encuentros y desencuentros, del sentido de la amistad. Por momentos una historia muy cruda, porque como anuncia en la contraportada trata de las devastadoras consecuencias de una guerra en las personas, y la infinita crueldad humana, empieza hablando de la guerra de Vietnam hasta llegar a la guerra de Irak. Aunque se trate de décadas diferentes la sinrazón sigue vigente. El protagonista y narrador no me inspiro mucha simpatía, el libro es por y para Rodney Falk un personaje fascinante, amante de los libros y que habla con devoción de Hemingway (he sentido curiosidad por leer algo de este autor). Rodney es el alma de La velocidad de la luz. Una novela más que recomendable.


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“Antes odiaba la guerra y odiaba la vida y sobre todo me odiaba a mí; ahora amo la vida y la guerra y sobre todo me amo a mí. Ahora soy feliz.”


“La gente normal padece o disfruta la realidad, pero no puede hacer nada con ella, mientras que el escritor sí puede, porque su oficio consiste en convertir la realidad en sentido, aunque ese sentido sea ilusorio; es decir, puede convertirla en belleza, y esa belleza o ese sentido son su escudo. Por eso digo que el escritor es un chiflado que tiene la obligación o el privilegio dudoso de ver la realidad, y por eso, cuando un escritor deja de escribir, acaba matándose, porque no ha sabido quitarse el vicio de ver la realidad pero ya no tiene un escudo para protegerse de ella. Por eso se mató Hemingway. Y por eso cuando uno es escritor ya no puede dejar de serlo, a no ser que decida jugársela. Lo dicho: un oficio muy jodido.”


“Me había permitido vislumbrar de veras y sin saberlo el final del viaje, el final del túnel, el boquete en la puerta de piedra, lo único que me había sacado del subsuelo a la intemperie y me había permitido viajar más deprisa que la luz y recuperar parte de lo que había perdido entre el estrépito del derribo.”


"Lo que quiero decir es que quien siempre sabe adónde va nunca llega a ninguna parte, y que sólo se sabe lo que se quiere decir cuando ya se ha dicho."


"Ahora llevo una vida falsa, una vida apócrifa y clandestina e invisible aunque más verdadera que si fuera de verdad, pero yo todavía era yo cuando conocí a Rodney Falk. Fue hace mucho tiempo y fue en Urbana, una ciudad del Medio Oeste norteamericano en la que pasé dos años a finales de la década de los ochenta. La verdad es que cada vez que me pregunto por qué fui a parar precisamente allí me digo que fui a parar precisamente allí como podía haber ido a parar a cualquier otro sitio. Contaré por qué en vez de ir a parar a cualquier otro sitio fui a parar precisamente allí."

Trece frases para vivir de Gabriel García Márquez


1. Te quiero no por quien eres, sino… por quien soy cuando estoy contigo.


2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.


3. Solo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.


4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.


5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.


6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.


7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.


8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.


9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido.


10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.


11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y solo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.


12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quien eres antes de conocer a alguien más y esperar que esa persona sepa quien eres.


13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.


martes, enero 22, 2008

DESCUBRIMIENTOS: LA PERLA de John Steinbeck

La historia de Kino el pescador, de su hijo Coyotito y de la perla más hermosa jamás hallada permite a Steinbeck mostrar sus innegables dotes para la descripción de la vida natural y para la exploración de la conducta humana, pero encierra además un entramado de símbolos que permiten leerla como una parábola acerca de la relación del individuo con la sociedad.

Me ha encantado, a pesar de que el final sea duro. Un libro tan corto que dice tanto, en pocas ocasiones me he encontrado con un libro así. De los personajes me quedo con Kino y Juana, esta última me recuerda a Madre, por su sentido común y fuerza, siempre defendiendo a su familia. Un crítica dura, en un ambiente crudo, pero reflejo de la realidad(la imagen de la poseción de la perla y la ambición por el poder en el ser humano). Steinbeck es ya uno de mis autores favoritos. Una prosa sublime, de este pequeño libro se podrían sacarmuchos pasajes. Muy recomendable.


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“Los ondulantes tallos de las algas la atrajeron y ella se dejó abrazar. Las luces verdes del mar se repetían con gran belleza en su superficie.
Por encima, el agua era un espejo ondulante. Un cangrejo que se arrastraba entre el limo levantó una nube de arena.
Y su música se convirtió en un murmullo que no tardó en extinguirse.”


“Kimo escuchaba el suave romper de las olas mañaneras sobre la playa. Era muy agradable y cerró los ojos para escuchar la música. Tal vez sólo él hacía esto o puede que toda la gente lo hiciera. Su pueblo había tenido grandes hacedores de canciones capaces de convertir en canto cuanto veían, pensaban, hacían u oían. Esto era mucho tiempo atrás. Las canciones perduraban; Kino las conocía, pero sabía que no habían surgido otras nuevas. Esto no quiere decir que no hubiese canciones personales.”


“Una ciudad se parece mucho a un animal. Tiene un sistema nervioso, una cabeza, unos hombros y unos pies. Está separada de las otras ciudades, de tal modo que no existen dos idénticas. Y es además un todo emocional. Cómo viajan las noticias a su través es un misterio de difícil solución. Las noticias parecen ir más deprisa que la rapidez con que los muchachos pueden correr a transmitirlas, más deprisa de lo que las mujeres pueden vocearlas de ventana en ventana.”

Canciones evocadoras


En estos días que se me hacen eternos y hago un esfuerzo por sentirme bien para poder tener todo el rendimiento que pueda en el estudio, pues mis exámenes ya están ahí, escucho con nostalgia últimamente la banda sonora de El Señor de los Anillos. Me gustan especialmente los temas de Enya (en otra ocasión escribiré sobre ella, es una de mis cantantes favoritas). También hay otra canción que me resulta muy evocadora, me agrada la hermosa voz de la intérprete. Ese tema es Into the West de Annie Lenox y aparece en el final de El Retorno del Rey .Espero que también os haga viajar y soñar, a veces la música consigue transportarnos a otros mundos y escapar de la axfixiante rutina. Yo ya estoy atrapado en ella irreversiblemente y no me queda salvación, pero siempre podré viajar con historias y canciones.

domingo, enero 13, 2008

DESCUBRIMIENTOS: LAS UVAS DE LA IRA de John Steinbeck


Distinguida con el Premio Pulitzer en 1940, Las uvas de la ira describe el drama de la emigración de los componentes de la familia Joad, que, obligados por el polvo y la sequía, se ven obligados a abandonar sus tierras, junto con otros miles de personas de Oklahoma y Texas, rumbo a la «tierra prometida» de California. Allí, sin embargo, las expectativas de este ejército de desposeídos no se verán cumplidas. Entre las versiones cinematográficas que ha conocido esta novela destaca la memorable protagonizada por Henry Fonda y dirigida por John Ford.
Me ha encantado, es un libro simplemente maravilloso, pasa a mi lista de favoritos. Es de esos libros que todo el mundo debería leer. De esta historia me quedo con grandes personajes como Madre, perseverante siempre y motor de su familia ante las adversidades, el predicador Casy, con grandes ideales y dispuesto a ayudar a los demás, Tom, con su espíritu independiente... Creo que es uno de los autores que mejor han sabido reflejar su sociedad, este libro es todo un símbolo de la lucha de esas personas, su odisea y de los cambios de la sociedad, me recuerda en ese sentido a La cabaña del tío Tom . Habla de muchos temas, algunos que nos son muy cercanos ahora el racismo, la violencia, las luchas por el poder, y todo desde el máximo realismo, con crudeza. Una de las mejoras novelas del siglo XX en mi opinión.

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"Y entonces, de improviso, las máquinas los desalojaron y los lanzaron a hormiguear por los caminos. El movimiento los transformó; las carreteras, los campamentos a lo largo de los caminos, el miedo del hambre y el hambre misma los transformaron. Los niños sin pan los transformaron, la eterna mudanza de un sitio a otro los transformó. Eran emigrantes. Y la hostilidad de los otros los transformó, los soldó unos a otros, los unió... esa hostilidad que se manifestaba en los pueblos en que los ciudadanos se agrupaban y armaban como para repeler a un invasor..., escuadrones con mangos de azadas, empleados y pequeños comerciantes con rifles guardando el mundo contra su propia gente."




"-¿No piensas en qué pasará cuando lleguemos? ¿No temes que quizá no sea tan bonito como pensamos?


-No —replicó con rapidez. No lo temo. No debes hacer eso.


-Yo tampoco. Es demasiado, es vivir demasiadas vidas. Delante de nosotros hay mil vidas distintas que podríamos vivir, pero cuando llegue, sólo será una. Si voy adelante en cada una de ellas, es excesivo. "




"Decía que una vez se fue al desierto a encontrar su propia alma y descubrió que no tenía un alma que fuera suya. Que descubrió que sólo tenía un pedacito de una enorme alma. Decía que el desierto no servía de nada porque su pedacito de alma no servía, a menos que estuviera con el resto, a menos que estuviera con el resto, y estuviera entera. Es curioso lo que recuerdo. Ni siquiera me daba cuenta de que estuviera escuchando. Pero ahora sé que un hombre no sirve para nada si está solo"




"Intenté comprar la libertad. Por aquí decimos que un tipo tiene tanta libertad como su dinero pueda comprar."




"La lluvia dejó de caer. En los campos quedó el agua, reflejando el cielo gris y la tierra susurró con el agua en movimiento. Y los hombres salieron de los graneros y los cobertizos. Se acuclillaron y contemplaron la tierra anegada. Callaban. Y a veces hablaban muy quedamente. No hay trabajo hasta la primavera. No hay trabajo. Y si no hay trabajo... no hay dinero ni comida Un hombre que tiene un tiro de caballos, que los usa para arar, cultivar y segar, a él nunca se le ocurriría dejarlos que se murieran de hambre cuando no están trabajando. Esos son caballos... nosotros somos hombres. Las mujeres miraron a los hombres, los miraron para ver si al fin se derrumbarían. Las mujeres permanecieron calladas, de pie, mirando. Y en donde un grupo de hombres se juntaba, el miedo dejaba sus rostros y la furia ocupaba su lugar. Y las mujeres suspiraron de alivio porque sabían que todo iba bien, que esta vez tampoco se irían abajo; y que nunca lo harían en tanto que el miedo pudiera transformarse en ira. Pequeños brotes de hierba salieron de la tierra, y al cabo de pocos días, con el comienzo del año, las colinas se vistieron de color verde pálido."




"El Gobierno que se extiende, la creciente unidad de los trabajadores; atacando los nuevos impuestos, los nuevos proyectos, sin saber que estas cosas son resultados, no causas. Las causas son más profundas y simples..., las causas son el hambre en un estómago multiplicado por un millón de veces; hambre en un alma, ansias de algún goce y alguna garantía multiplicados un millón de veces; músculos y cerebro que se esfuerzan por crecer, trabajar, crear, mulptiplicados un millón de veces.. La última función clara y definida de un hombre -músculos que se tuercen dolorosos en el trabajo, cerebros que se afanan en crear más allá de las necesidades primordiales- es el hombre. Levantar una muralla, construir una casa, una presa, y en la muralla y en la casa y en la presa poner algo de sí mismo; endurecer los músculos con el trabajo, concebir las claras líneas y las formas. Porque el hombre a diferencia de cualquier otra cosa orgánica o inorgánica del Universo, crece más alto que su trabajo, asciende las escalas de sus conceptos, surge de sus conquistas. Esto podéis decir del hombre... Cuando las teorías cambian y caen estrepitosamente, cuando las escuelas y las filosofías, cuando los estrechos senderos del pensamiento, nacional, económico, religioso, crecen y se desintegran, el hombre sigue adelante."




"Las casas quedaron vacías en la tierra, y por eso la tierra quedó también vacía. Sólo las carrocerías de los tractores, de hierro moldeado, plateadas y brillantes, seguían viviendo: y vivían con fuerza de metal, gasolina y aceite; y brillaban los discos de sus arados. Los tractores tenían las luces encendidas, porque para los tracotres no hay diferencia entre la noche y el día, y en la noche los discos hendían la tierra y resplandecían a la luz del día. Y cuando un caballo cesa en su trabajo y se va al cobertizo, quedan una vida y una vitalidad, hay respiración y calor de vida; y hunde sus cascos en la paja y sus mandíbulas estrujan el heno, y las orejas y los ojos están vivos. Hay un calor de vida en el pesebre, y el calor y el aroma de la vida. Pero cuando se detiene el motor de un tractor, queda tan muerto como el mineral que le dio consistencia. Se va de él el calor, como el calor de la vida abandona a un cadáver. Entonces las puertas de metal se cierran y el hombre del tractor se va al pueblo, a su casa, quizá a veinte millas de distancia, y no necesita regresar en muchos meses, porque el tractor está muerto. Y esto es eficiente y fácil. Tan fácil, que no despierta asombro; tan eficiente, que nada asombra en la tierra y en su cultivo, y con este asombro desaparecen esa comprensión honda y la relación del hombre con la tierra. Pus la tierra no es ni fosfatos ni nitratos; y lo largo de la fibra del algodón no es la tierra. El carbón no es un hombre, ni la sal ni el agua ni el calcio. Es todo esto, pero es mucho más, mucho más; y la tierra es mucho más que su análisis. El hombre, que es más que la química, que camina sobre la tierra, que evita con su arado una piedra, que suspira por su cosecha, que se arrodilla en la tierra para comerse su almuerzo; ese hombre, que es más que sus elementos, conoce la tierra, que es más que un análisis. Pero el hombre-máquina, que guía con un tractor por una tierra que no conoce ni ama, comprende sólo la química; y desdeña a la tierra y se desdeña a sí mismo. Cuando se cierran las puertas de hierro moldeado, se va a su casa, y su hogar no es la tierra."




"- Quizá podamos comenzar de nuevo... en la nueva tierra de promisión en California, donde crece la fruta.- Pero no puedes comenzar. Sólo un recién nacido puede comenzar. Tú y yo... ¡pero si somos todo lo que ha sido! La ira de un momento, las mil imágenes... eso somos nosotros. ¡Esta tierra, esta tierra roja, somos nosotros!..., y los años de inundación y los años de polvo y los años secos somos nosotros. No podemos comenzar de nuevo. Al mercader de viejo le vendimos nuestra amargura... claro que él la recibió, pero nosotros también la tenemos aún. Y cuando el amo nos dijo que nos fuésemos, ésos éramos nosotros; y cuando el tractor destrozó nuestra casa, éramos nosotros que aún no habíamos muerto. A California, o a cualquier sitio, cada uno de nosotros es un tambor mayor, que dirige un desfile de dolores, que marcha con nuestra amargura. Y algún día... los ejércitos de amargura irán todos por el mismo camino. Y todos marcharán juntos, y a su vista, el mundo temblará de terror."

No hubiera podido hacer esta recopilación de pasajes de esta obra maestra sin la ayuda de mis amigos lectores empedernidos.

LOS PAZOS DE ULLOA de Emilia Pardo Bazán

El díptico narrativo formado por Los pazos de Ulloa y «La madre naturaleza» constituye, sin duda alguna, la obra más célebre de Emilia Pardo Bazán (1851-1921). Si bien la novela provocó un gran escándalo a su publicación, en 1886, debido a su adscripción al naturalismo, la crudeza de las situaciones y sus descripciones se aúnan en ella con una delicada sensibilidad para el paisaje y con una decidida voluntad de descubrir, mediante el artificio novelesco, las dimensiones ocultas de la condición humana.

Esta novela publicada entre 1886 y 1887 la considero una de las mejores historias de la literatura española que he leído hasta ahora. He quedado impactado tanto con el desarrollo de la novela como con el final. El estilo de Emilia Pardo Bazán es brillante, sublime. Un lenguaje rico con unas bellas recreaciones de la Galicia rural y también urbana. En este sentido la autora me ha recordado a Benito Pérez Galdós, es una maestra en la caracterización de los escenarios de la historia. Logra reflejar los contrastes del mundo rural y burgués. La decadencia de los Pazos, la hegemonía de los caciques, la tiranía de los altos cargos de la Iglesia… Por ello, fue una obra muy polémica en su época y recibió fuertes ataques. En la crítica social va a la línea de Galdós y Clarín (curioso, tres grandes escritores españoles que publicaron sus obras maestras casi simultáneamente). La fuerza narrativa no se pierde nunca. Me ha gustado también como dibuja a los personajes, de forma que todos son destacables. A pesar de ser una obra no muy extensa la autora consigue que cada uno de los personajes tenga gran complejidad. Personalmente me quedo con el personaje de Julián, una persona abnegada, altruista, es una excepción dentro del clero egoísta, un sacerdote atípico, que pone todos sus esfuerzos en enmendar los daños de los Ulloa, su esmero en intentar cambiar al entrañable Perucho, Julián refleja el sentimiento del amor en el ser humano (también recuerda aquí a Galdós que a pesar de su postura claramente anticlerical, en alguna de sus historias refleja sacerdotes entregados, que ayudan al prójimo) También recordaré a la sufrida Marcelina o Nucha. Una historia muy cruda con personajes muy marcados.
El desenlace da pie a la continuación de la novela La madre naturaleza, que pienso leer pronto, pues la autora usa una estratégica escena final que deja la intriga. Me ha bastado leer esta única novela para incluir a Pardo Bazán entre mis escritores favoritos. Personalmente se ha convertido en uno de mis libros imprescindibles. La recomienda encarecidamente, ya digo que en mi humilde opinión es una de las mejores novelas de la literatura española.
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"Por más que el jinete trataba de sofrenarlo agarrándose con todas sus fuerzas a la única rienda de cordel y susurrando palabritas calmantes y mansas, el peludo rocín seguía empeñándose en bajar la cuesta a un trote cochinero que descuadernaba los intestinos, cuando no a trancos desigualísimos de loco galope. Y era pendiente de veras aquel repecho del camino real de Santiago a Orense en términos que los viandantes, al pasarlo, sacudían la cabeza murmurando que tenía bastante más declive del no sé cuántos por ciento marcado por la ley, y que sin duda al llevar la carretera en semejante dirección, ya sabrían los ingenieros lo que se pescaban, y alguna quinta de personaje político, alguna influencia electoral de grueso calibre debía andar cerca. "
"Entre las representaciones de una especie de pesadilla angustiosa que agitaba a Perucho veía el muchacho un animalazo de desmesurado tamaño, bestión Indómito que se acercaba a él rugiendo, bramando y dispuesto a zampárselo de un bocado o a deshacerlo de una uñada... Se le erizó el cabello, le temblaron las carnes, y un sudor frío le empapó la sien... ¡ Qué monstruo tan espantoso! Ya se acercaba..., ya cierra con Perucho..., sus garras se hincan en las carnes del rapaz, su cuerpo descomunal le cae encima lo mismo que inmensa boca... El chiquillo abre los ojos... Sofocada y furiosa, vociferando, moliéndole a su sabor a pescozones y cachetes, arrancándole el rizado pelo y pateándolo, estaba el ama, más enorme, más brutal que nunca. No hay que omitir que Perucho se condujo como un héroe. Bajando la cabeza se atravesó en la entrada del hórreo, y por espacio de algunos minutos defendió su presa haciéndole muralla con el cuerpo. Pero el enorme volumen del ama pesó sobre él y le redujo a la inacción, comprimiéndole y paralizándole. Cuando el mísero chiquillo, medio ahogado, se sintió libre de aquella estatua de plomo que a poco más le convierte en oblea, miró hacia atrás... La niña había desaparecido. Perucho no olvidará nunca el desesperado llanto que derramó por más de media hora, revolcándose entre las espigas. "
"Un sacerdote puede hacer todas las cosas malas del mundo. Si tuviésemos privilegio para no pecar, estábamos bien; nos habíamos salvado en el momento mismo de la ordenación, que no era floja ganga. Cabalmente, la ordenación nos impone deberes más estrechos que a los demás cristianos, y es doblemente difícil que uno de nosotros sea bueno. Y para serlo del modo que requeriría el camino de perfección en que debemos entrar al ordenarnos de sacerdotes, se necesita, aparte de nuestros esfuerzos, que la gracia de Dios nos ayude. Ahí es nada. "
"Oyó risas, cuchicheos, jarana alegre, impropia del lugar y la ocasión. Tenía delante una pareja hechicera, iluminada por el sol que ya ascendía aproximándose a la mitad del cielo. Era el muchacho el más guapo adolescente que puede soñar la fantasía; y si de chiquitín se parecía al Amor antiguo, la prolongación de líneas que distingue a la pubertad de la infancia le daba ahora semejanza notable con los arcángeles y ángeles viajeros de los grabados bíblicos, que unen a la lindeza femenina y a los rizados bucles asomos de graciosa severidad varonil. En cuanto a la niña, espigadita para sus once años, hería el corazón de Julián por el sorprendente parecido con su pobre madre a la misma edad: idénticas largas trenzas negras, idéntico rostro pálido, pero más mate, más moreno, de óvalo más puro, de ojos más luminosos y mirada más firme."

DESCUBRIMIENTOS: LA CIUDAD DE LOS LIBROS SOÑADORES de Walter Moers

Como sabéis comencé mi andadura en este universo de los blogs (que al final ha sido una terapia más para mí, escribir me ha ha ayudado y me ayuda) en julio del año pasado. Y comencé a comentar mis lecturas a partir de esa fecha. No obstante, antes llegaron otros grandes descubrimientos para mí en mis lecturas, libros que me fueron inolvidables y nuevos autores a los que volveré. A partir de ahora rescataré algunos de esos libros y ocuparán un espacio aquí, al mismo tiempo que seguiré comentando mis lecturas del año presente. El primero de estos libros que retomo es La ciudad de los libros soñadores, de Walter Moers, una obra maestra que descubrí al azar.

Poco antes de morir, el gran escritor Danzarote entrega a su joven discípulo, Hildegunst von Mythenmetz, un extraño manuscrito. Al leer el libro, Hildegunst descubre que el desconocido autor tiene un talento único, el Orm, que él también desea poseer. Se dispone a buscarlo y se dirige a Bibliópolis, la ciudad de los libros soñadores, un lugar lleno de anticuarios e impregnado por el olor a cuero viejo, papel antiguo y tinta. En su búsqueda, el joven es atrapado en las catacumbas de la ciudad, un laberinto subterráneo, donde habitan los peligrosos cazadores de los libros que no tienen escrúpulos y están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de conseguir un manuscrito valioso.


Un libro hecho para los amantes de los libros, su historia es un homenaje a la literatura y la pasión por la lectura. El hecho de que sea de género fantástico lo hace aun más atractivo. Es de esa clase de libros enfocados a un público juvenil pero que pueden disfrutar lectores de todas las edades, es una historia llena de enseñanzas, aspecto por el que me recordó a La historia interminable.Desde las primeras páginas la trama mantiene un ritmo trepidante, es de esos libros que se leen del tirón. Sorprendentemente llegas a conectar mucho con los personajes. Algunos destacables son Hildegunst, el protagonista, un personaje que si bien no es muy carismático ni atractivo, resulta especial por su profundo amor a la escritura y respeto a los escritores, además de ser un lector entusiasta, Homunkoloso, muy inquietante y lleno de enseñanzas, y no podría olvidarme de los Librillos, seres entrañables que consagran sus vidas a la literatura.Otro mérito de este autor es la fantástica descripción y ambientación de escenarios, llena de detalles, como Bibliopolis, una ciudad cuya motor principal es la literatura, o los estremecedores parajes del mundo subterráneo, donde te introduces por completo en una atmósfera inquietante. Una obra maestra.


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“De las estrellas venimos, hacia las estrellas vamos. La vida no es más que un viaje a lo desconocido.”


“Cuando escribes una novela al principio todo es muy fácil, los primeros capítulos se escriben con muchísimo impulso. Pero te sientes cansado en algún momento, miras atrás y ves que tienes ya una mitad. Miras hacia delante y ves que te queda la otra. Si pierdes el valor estás listo. Es fácil comenzar algo, difícil terminarlo.”


“No, la literatura no es para la eternidad. Es para el instante. Y aunque se hcieran libros de acero, con letras de diamante, algún día se precipitarían con este planeta sobre el sol y se fundirían…No hay nada eterno. Ni mucho menos en el arte. Lo que importa no es cuánto tiempo la obra de un autor sigue chisporroteando una vez ha muerto…lo que importa es con qué intensidad brilla cuando vive aún.”


“Hay un lugar en el Universo donde se concentran todas las ideas artísticas, se ponen en contacto y engendran otras nuevas. La densidad creadora de ese lugar debe ser enorme… Un planeta invisible con mares y música, con ríos de inspiración pura y volcanes que escupen pensamientos, estremecido por relámpagos de ingenio. Es el Orm. Un campo de fuerzas que despide generosamente su energía. Pero no a todos. Sólo irradia a los elegidos.”


“Bibliópolis contaba con más de 5000 librerías de viejo oficialmente registradas, y, más o menos, mil tiendas de libros en las que además de libros se ofrecían bebidas alcohólicas, tabaco y hierbas y esencias embriagadoras cuyo consumo supuestamente, aumentaba la alegría de leer y la concentración de leer. Había un número difícil de estimar de vendedores ambulantes, que en estanterías rodantes, carritos de mano, bolsos en bandolera y carretillas ofrecían obras impresas en todas las formas imaginables. En Bibliópolis había más de setecientas editoriales, cincuenta y cinco imprentas, una docena de fábricas de papel y un número continuamente en aumento de talleres que se ocupaban de producir tipos de imprenta de plomo y tinta de imprimir. Había tiendas que ofrecían miles de puntos de lectura y ex libris, canteros especializados en soportes para libros, carpinterías y negocios de muebles llenos de atriles y estanterías. Había ópticos, que hacían gafas de leer y lupas, y en cada esquina un café, casi siempre con una chimenea encendida y lecturas literarias las 24 horas del día.”

miércoles, enero 09, 2008

Dedicado a la que tanto me aportó

Donde quiera que estés te dedico esta canción, que siempre me recuerda a ti. Contigo pasé los cinco meses más felices de mi vida y aun te añoro y el dolor me es insoportable, lacerante, aunque no estés aquí junto a mí debo pensar que de alguna forma siempre te llevaré conmigo. El recuerdo de los momentos felices permanecerá.