LA LLAMADA DE LOS MUERTOS de Laura Gallego García

Tras la llegada a la Torre de Saevin, un muchacho con unos poderes excepcionales, Dana siente que algo extraño está a punto de suceder y decide viajar a la Ciudad Olvidada para visitar el Templo Sin Nombre y consultar al oráculo. La aterradora profecía que sale de su boca y en la que se verán implicadas once personas la inquieta todavía más. Pero, ¿existe alguien capaz de manipular los designios del destino?

Final de la trilogía de Las Crónicas de la Torre. Una brillante conclusión con una recta final espectacular, la más dinámica y emocionante dentro de los tres libros. En los libros de Laura el significado del amor es el motor de la historia, y en La llamada de los muertos más que nunca se refleja el significado hermoso y altruista de un amor verdadero. Quedó perfectamente reflejado en la historia de Kai y Dana (el pasaje final del libro es memorable). Por otro lado, se encuentra el aliciente de la aparición de un personaje inquietante: Saevin. Éste será decisivo en la trama. Una trama (la profecía) en la que se entremezclaran todos los personajes que conocimos en las anteriores entregas con sus propias historias paralelas hasta desembocar en un gran final. Todo un gran componente fantástico con diversos escenarios. Muy recomendable.

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“Uno de ellos será traicionado. Otro será tentado por el mal. Otro partirá en un peligroso viaje, tal vez sin retorno. Otro se consumirá en su propio fuego. Otro escuchará la llamada de los muertos. Cuando llegue el Momento otro abrirá la Puerta. Otro de ellos el más joven, entregará su propio aliento vital. Otro recuperará su verdadero cuerpo. Otro verá cumplida su venganza. Otro morirá entre horribles sufrimientos. Y todo ello, Señora de la Torre, para que el último de ellos cruce el umbral y se haga inmortal.
Así, once son, y once forjarán su desgracia o su leyenda. ”

“Me siento grande, poderoso, libre. Siento que es maravilloso poder volar y siento que sería capaz de llegar hasta el arcoiris y traértelo hasta tu ventana.”

“A lo largo de toda su vida había tenido que utilizar la magia en numerosas ocasiones, pero siempre había sabido que no se estaba empleando a fondo. Bien, pues ahora es el momento, pensó. Ahora he de sacar toda la magia que hay en mí. Se separó de los demás y buscó en su interior toda su energía mágica. Inspiró profundamente y abrió toda su alma y sus sentidos internos para canalizar la energía del universo y volverla contra los espectros bajo la forma de un hechizo.”

“Los rayos de la aurora iluminaron el cuerpo de la Señora de la Torre, mientras por todo el Valle de los Lobo resonó un lamento que expresaba un dolor inimaginable, un dolor que traspasa la frontera entre la vida y la muerte, un dolor que sólo podía sentir una criatura que existía desde hace más de quinientos años.”