DOMINGO,6 DE ENERO DE 2008 A finales del siglo XV un viejo maestro flamenco introduce en uno de sus cuadros, en forma de partida de ajedrez, la clave de un secreto que pudo cambiar la historia de Europa. Cinco siglos después, una joven restauradora de arte, un anticuario homosexual y un excéntrico jugador de ajedrez unen sus fuerzas para tratar de resolver el enigma. La investigación les conducirá a través de una apasionante pesquisa en la que los movimientos del juego irán abriendo las puertas de un misterio que acabara por envolver a todos sus protagonistas en un apasionante juego de trampas e inversiones que Perez-Reverte encaja con diabólica destreza.
“Hay jugadores de muchos tipos. Además del estilo de juego, cada uno tiene manías propias, rasgos que los diferencian de los demás;Steinitz solía tararear a Wagner mientras jugaba; Morphy nunca miraba a su oponente hasta el movimiento decisivo…Otros dicen algo en latín, o en jerga inventada…Es una manera de desahogar tensión, de quedarse a la expectativa. Puede ocurrir antes o después de mover una pieza. A casi todos les pasa.”
“Un sobre cerrado es un enigma que tiene otros enigmas en su interior. Aquel era grande, abultado, de papel manila, con el sello del laboratorio impreso en el ángulo inferior izquierdo. Y antes de abrir la solapa, mientras lo sopesaba en la mano buscando al mismo tiempo una plegadera entre los pinceles y frascos de pintura y barniz, Julia estaba muy lejos de imaginar hasta qué punto ese gesto iba a cambiar su vida.”
“El mundo no es tan simple como quieren hacernos creer. Los contornos son imprecisos, los matices cuentan. Nada es negro o blanco; el mal puede ser un disfraz del bien o la belleza, y viceversa, sin que una cosa excluya la otra. Un ser humano puede amar o traicionar a la persona amada, sin que por eso pierda realidad su sentimiento. Se puede ser hermano, padre, hijo y amante al mismo tiempo; víctima y verdugo…Pon los ejemplos que gustes. La vida es una aventura incierta en un paisaje difuso, de límites en continuo movimiento, donde las fronteras son artificiales; donde todo puede acabar y empezar de nuevo a cada instante, o terminar de golpe, como un hachazo inesperado, para siempre jamás. Donde la única realidad absoluta, compacta, indiscutible y definitiva, es la muerte. Donde sólo somos un pequeño relámpago entre dos noches eternas y donde tenemos muy poco tiempo.”
Publicada en 1990. Esta novela ha sido toda una sorpresa, porque no la comencé con grandes expectativas al tener un mal precedente con este autor, al leer antes La carta esférica, sin embargo me encontré con una trama muy bien hilvanada, una historia que creaba intriga ya desde las primeras páginas. El estilo me parece brillante, con un gran manejo del lenguaje, parece que La carta esférica fue escrita por otro autor. Hay un abismo entre las dos novelas. Con cada movimiento de ajedrez nos vamos intrigando más, los tres protagonistas envueltos en la investigación del enigma del cuadro interactúan, lo que hace que se mantenga la intriga hasta el final. Y es que esta trama tan bien encajada (admiré la destreza del autor- y de cierto personaje- al leer las últimas páginas) atrapa hasta desencadenar en un gran clímax. La novela para mí tuvo además el aliciente de desarrollarse en varios escenarios de Madrid (me encantó leer sobre el Prado). Los tres protagonistas me gustaron mucho, si bien me decantaría por Julia y su pasión por el Arte, el placer en verse envuelta en el enigma. Pero César y el ajedrecista Muñoz también sorprenden en la forma en que se implican en el diabólico movimiento del tablero. La novela de misterio más bien desarrollada y de perfecta conclusión que he leído en mucho tiempo, la recomiendo encarecidamente para los seguidores del género. Ha hecho que me vuelva a interesar por este escritor del que me esperan muchos pendientes.
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“Todo adecuadamente combinado con tonos de negro: negro oscuridad, negro tiniebla, negro miedo, negro, soledad. ¿Sentía realmente miedo? En otras circunstancias, la cuestión hubiera sido buen tema de discusión académica; en la grata compañía de un par de amigos, en una habitación cómoda y caldeada, frente a una chimenea y con una botella a medio vacilar. El miedo como factor inesperado, con conciencia estremecedora de una realidad que se descubre en un momento concreto, aunque siempre haya estado ahí. El miedo como final demoledor de la inconsciencia, o como ruptura de un estado de gracia. El miedo como pecado.(…) Pero aquel miedo, que Julia acababa de descubrir, era diferente. Nuevo, insólito, desconocido hasta entonces, sazonado por la sombra del Mal con mayúscula, inicial de aquello que está en el origen del sufrimiento y del dolor. El Mar capaz de abrir el grifo de una ducha sobre el rostro de un hombre asesinado. El Mal que sólo puede pintarse con negro de oscuridad, negro tiniebla, negro soledad. El Mal con M de miedo. M de matar.”
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“Todo adecuadamente combinado con tonos de negro: negro oscuridad, negro tiniebla, negro miedo, negro, soledad. ¿Sentía realmente miedo? En otras circunstancias, la cuestión hubiera sido buen tema de discusión académica; en la grata compañía de un par de amigos, en una habitación cómoda y caldeada, frente a una chimenea y con una botella a medio vacilar. El miedo como factor inesperado, con conciencia estremecedora de una realidad que se descubre en un momento concreto, aunque siempre haya estado ahí. El miedo como final demoledor de la inconsciencia, o como ruptura de un estado de gracia. El miedo como pecado.(…) Pero aquel miedo, que Julia acababa de descubrir, era diferente. Nuevo, insólito, desconocido hasta entonces, sazonado por la sombra del Mal con mayúscula, inicial de aquello que está en el origen del sufrimiento y del dolor. El Mar capaz de abrir el grifo de una ducha sobre el rostro de un hombre asesinado. El Mal que sólo puede pintarse con negro de oscuridad, negro tiniebla, negro soledad. El Mal con M de miedo. M de matar.”
“Hay jugadores de muchos tipos. Además del estilo de juego, cada uno tiene manías propias, rasgos que los diferencian de los demás;Steinitz solía tararear a Wagner mientras jugaba; Morphy nunca miraba a su oponente hasta el movimiento decisivo…Otros dicen algo en latín, o en jerga inventada…Es una manera de desahogar tensión, de quedarse a la expectativa. Puede ocurrir antes o después de mover una pieza. A casi todos les pasa.”
“Un sobre cerrado es un enigma que tiene otros enigmas en su interior. Aquel era grande, abultado, de papel manila, con el sello del laboratorio impreso en el ángulo inferior izquierdo. Y antes de abrir la solapa, mientras lo sopesaba en la mano buscando al mismo tiempo una plegadera entre los pinceles y frascos de pintura y barniz, Julia estaba muy lejos de imaginar hasta qué punto ese gesto iba a cambiar su vida.”
“El mundo no es tan simple como quieren hacernos creer. Los contornos son imprecisos, los matices cuentan. Nada es negro o blanco; el mal puede ser un disfraz del bien o la belleza, y viceversa, sin que una cosa excluya la otra. Un ser humano puede amar o traicionar a la persona amada, sin que por eso pierda realidad su sentimiento. Se puede ser hermano, padre, hijo y amante al mismo tiempo; víctima y verdugo…Pon los ejemplos que gustes. La vida es una aventura incierta en un paisaje difuso, de límites en continuo movimiento, donde las fronteras son artificiales; donde todo puede acabar y empezar de nuevo a cada instante, o terminar de golpe, como un hachazo inesperado, para siempre jamás. Donde la única realidad absoluta, compacta, indiscutible y definitiva, es la muerte. Donde sólo somos un pequeño relámpago entre dos noches eternas y donde tenemos muy poco tiempo.”
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