viernes, febrero 13, 2009

Tu bosque nevado

Quién no querría perderse en un bosque como ese con un buen amigo y dejar las penas enredadas en las ramas para que se disolviesen con el frío, como el agua, y corriesen a cualquier parte invisible para desaparecer y mezclarse con gotas anodinas para que así carecieran de esa humilde inteligencia dotada de memoria a corto y a largo plazo.
Y correr de repente, gritando, echando fuera cada palabra que hubiese tenido clavada para después pararse exhausto riendo, y bebiendo nieve. Cogiendo un puñado y formando una bola para iniciar una batalla con el amigo que viene detrás y que responde con rapidez, provocando risas, acabando en un suelo blando y blanco, llenos de paz.

Quién no.
A ti te lo doy, que te lo mereces. Yo te llevaré, si tú quieres. Dos trenzas me haré, si te hace reír, y estarán todos tus amigos.
Sueña con este paisaje.

Hay muchos como este; tantos, como caminos uno puede escoger para ser feliz. O eso sería bonito creer.

1 comentario:

Alexandre dijo...

Me encantaría perderme en este bosque. Gracias!!