Tal vez porque cantamos embriagados la vida
crees que fue con nosotros lo que tú llamas buena.
Puedes aproximarte, puedes tocar la herida de amargura
y de sangre hasta los bordes llena.
Ganamos la alegría bajo un cielo sombrío,
mientras el desaliento nos prendía en sus redes.
Hemos tenido sueño, hemos tenido frío,
hemos estado solos entre cuatro paredes.
Vivimos... Llena el alma la hermosura más plena.
En países de nieblas también nacen flores.
Después de la amargura y después de la pena
es cuando da la vida sus más bellos colores.
3 comentarios:
Un poema muy alentador de José Hierro. Y la pradera con que sueño, con amapolas. Gracias, Alex.
Me alegro que te haya gustado Arwen. Me estoy aficionando a José Hierro.
Un bico.
Tendrás buenas sorpresas,entonces.
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