viernes, febrero 20, 2009

DESCUBRIMIENTOS: Juego de tronos de George R.R.Martin


Juego de Tronos es el primer tomo de esta saga. El largo verano del que ha disfrutado el reino, toca a su fin, se acerca el invierno. El rey Robert Baratheon, rey de los 7 Reinos, pide a su amigo Eddard Stark, señor de Invernalia, que vaya con él a la corte y se convierta en la Mano del Rey, la persona con más poder después del rey en el reino. Con ciertas reservas Eddard acepta el puesto, y pronto se arrepiente al ver la gran corrupción y el caos que reinan en la corte. Paralelamente un antiguo poder, tan antiguo que solo pertenece ya a los cuentos que las niñeras cuentan al amor del fuego por la noche...


El comienzo esta saga ya me indicaba que me encontraba con una de las mejores sagas del género.Es bastante original, no tiene nada que ver con las sagas post tolkien, me recuerda por eso a El ciclo de la puerta de la muerte. Es un libro que no pierde interés nunca, y va mejorando en emoción a medida que nos acercamos al final. Un desenlace muy impactante y emotivo que nos deja con muchísima intriga. Es interesante el planteamiento de capítulos para cada personaje, porque se descubren diferentes puntos de vistas de lo que sucede. Es impresionate como te llegas a implicar con la historia y sus personajes. Personajes que me gustaron fueron muchos, pero me quedo con Eddar, Jon Nieve, Tyrion, Arya y Daenerys. Personajes que llegue a odiar fueron Cercesei, Sansa, Catelyn, Jaime y Joefrey. Es un libro de esos que se recuerdan especialmente. Muchos pasajes se te quedan grabados. Este primer volumen deja el listón muy alto. Tanto que Choque de reyes no los supera.
***
"Cuando Daenerys Targaryen se puso en pie, el negro siseó, y de las fosas nasales y la boca le surgió un humo claro. Los otros dos se apartaron de sus pechos y sumaron sus voces a la llamada, desplegando las alas traslúcidas al aire. Y, por primera vez en cientos de años, la noche cobró vida con la música de los dragones. "
"—¡Mis señores! —gritó con una voz que hizo temblar las vigas—. ¡Ved lo que opino de esos dos reyes! —Escupió al suelo—. Para mí Renly Baratheon no significa nada, y Stannis menos aún. ¿Por qué van a reinar sobre mí y sobre los míos, desde un trono florido en Altojardín o Dorne? ¿Qué saben ellos del Muro, o del Bosque de los Lobos, o de los primeros hombres? ¡Si hasta adoran a otros dioses! Y que los Otros se lleven también a los Lannister, ¡estoy harto de ellos! —Se echó la mano a la espalda por encima del hombro, y desenvainó el inmenso espadón—. ¿Por qué no volvemos a gobernarnos a nosotros mismos? Juramos lealtad a los dragones, y los dragones están todos muertos. —Señaló a Robb con la espada—. Éste es el único rey ante el que pienso doblar la rodilla, mis señores —rugió—. ¡El Rey en el Norte! —Y se arrodilló, y puso la espada a los pies de Robb. —En esos términos sí firmaré la paz —dijo Lord Karstark—. Que se queden con su castillo rojo, y con su silla de hierro. —Sacó la espada de la vaina—. ¡El Rey en el Norte! —exclamó, arrodillándose junto al Gran Jon. —¡El Rey del Invierno! —dijo Maege Mormont levantándose y poniendo la maza de púas junto a las espadas. También los señores del río se levantaron, Blackwood, Bracken, Mallister, Casas que Invernalia nunca había gobernado, pero Catelyn vio cómo se levantaban, desenfundaban las armas, doblaban las rodillas y gritaban los antiguos lemas que no se habían escuchado en el reino desde hacía más de trescientos años, desde que Aegon el Dragón unificara los Siete Reinos... Pero en aquel momento volvían a escucharse, retumbando entre las vigas de la sala de su padre. —¡El Rey en el Norte! —¡El Rey en el Norte! —¡El Rey en el Norte! "

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