lunes, marzo 30, 2009

PIRÓMIDES de Terry Pratchett


Un nuevo miembro de la hermandad de asesinos hereda el reino de Djelibeyi, conocido por sus monumentales pirámides y el glorioso hecho de que dentro de sus fronteras nada ha cambiado en 1.500 años. Sin embargo, el nuevo monarca no está dispuesto a que las cosas sigan igual…

Pirómides es la séptima entrega de la saga Mundodisco. La acción comienza cuando Tepic se presenta al examen final del Gremio de Asesinos de Ankh-Morkpork, y le ocurre lo menos pensado cuando tiene que volver a su reino, Djelibeibi… A partir un sin fin de situaciones hilarantes, a las que tan bien nos tiene acostumbrados el señor Pratchett. En este libro el autor parodia la civilización del Antiguo Egipto y su mitología (con una Esfinge incluida). Al mismo tiempo, reflexiona sobre el estancamiento que producen las tradiciones, las religiones y el fanatismo… También hay cabida para los filósofos (de Efebes) que protagonizan uno de los grandes momentos del libro. La historia está llena de personajes sin desperdicio, como Broncalo, miembro del gremio de asesinos y amigo del protagonista, la doncella Ptraci, el camello Maldito Bastardo, el mejor matemático del Mundodisco, los constructores de pirámides…

El final inesperado como suele ser en esta saga. En mi opinión no es de los mejores libros de este autor, ni es tan desternillante como Mort por ejemplo, pero aún así merece la pena. Es novela independiente dentro de la serie.

***

“Intentar animar a un camello siempre es un error que se paga muy caro, y como pérdida de tiempo no tiene nada de envidiar al dejar caer merengues dentro de un agujero negro.”

“Lo importante es seguir adelante ¿Sabes? No permitas que la hierba crezca bajo tus pies.”

“Tepic sintió como si acabara de sumergirse en una cuba llena de alcohol. Sintió la energía de la fe entrando en él hasta que las yemas de sus dedos parecieron chisporrotear, y las oleadas de fuerza impalpable recorrieron su cuerpo hasta acumularse en su cerebro trayendo consigo no sólo la omnipotencia sino la sensación de ser omnipresente, la irresistible convicción de que aunque quizá no lo supiese todo no tardaría demasiado en saberlo, tal y como ya le había ocurrido en el pasado.”

"No había muchas cosas que pudieran hacer de Morpork un lugar peor. El impacto directo de un meteorito, por ejemplo, se consideraría como una desinfección"

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