jueves, octubre 29, 2009

CORAZÓN DE TINTA de Cormelia Funke


Quiénes son de verdad Dedo Polvoriento, Capricornio o Lengua de Brujo lo sabrá la joven Meggie por las respuestas que encuentre en un viejo pueblo de las montañas de Liguria... y también en un libro. Cuando Mo, el padre de Meggie, saluda a un extraño visitante que aparece en su casa, la niña siente que aquella persona emana un peligro, quizá una gran amenaza contra su padre... y entonces huyen al sur, a la casa de tía Elinor, propietaria de una de las más fascinantes bibliotecas que uno pueda imaginar. Meggie descubrirá que los forasteros que misteriosamente aparecen y desaparecen, como aquel visitante nocturno, llaman a su padre Lengua de Brujo, ya que tiene el don de dar vida a los personajes de los libros cuando lee en voz alta.

Un maravilloso homenaje al mundo de los libros y a las personas que los aman. Como se anuncia en la contraportada, las aventuras de Meggie son pura magia, tanto que se respira a lo largo de toda la historia. Como son mágicos los nombres de los personajes: Dedo Polvoriento, Lengua de Brujo, Fenoglio... To do comienza con el misterio en torno a un bonito libro, casi desaparecido, llamado Corazón de tinta. Mo, el padre de Meggie, cuenta con un ejemplar. Y luego aparece el enigmático Dedo Polvoriento... A partir de aquí la trama va aumentada capítulo tras capítulo, con nuevos personajes, encuentros, desencuentros.... Hasta un impresionante final. Todos los personajes tienen algo especial, pues o bien despiertan grandes simpatías u otros temor y aversión, ninguno deja indeferente, como la habilidad que tiene Mo, parece que traspasan el papel. A todo esto se le añaden deliciosas citas de novelas de la litetura universal, muchas de ellas veneradas por los propios personajes. En algún pasaje Meggie habla con devoción de El Señor de los Anillos o Peter Pan.
Una historia que en principio fue escrita para un público juvenil, cuyos primeros lectores fueron los hijos de la autora, pero que es apta y recomendable para lectores de todas las edades (tal y como sucede con La historia interminable). Estoy deseando leer su continuación Sangre de tinta.

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"No sólo estaban en las estanterías como en otras casas, no, en la suya se apilaban debajo de las mesas, sobre las sillas, en los rincones de las habitaciones. Había libros en la cocina, en el lavabo, encima del televisor en el ropero, en montoncitos, en grandes montones, gordos, delgados, viejos, nuevos… Los libros recibían a Meggie con las páginas abiertas sobre la mesa del desayuno en un gesto invitador, ahuyentaban el aburrimiento en días grises… y a veces tropezaba con ellos."

"La mayoría de la gente no se imagina que los libros los escriben personas que no son muy distintos a ellos. Se supone que los escritores llevan mucho tiempo muertos, pero no que puedas encontrártelos en la calle o haciendo la compra. Se conocen sus obras, pero no su nombre y menos aún sus facciones. Ya la mayoría de los escritores eso les gusta..."

"Los libros eran el único sitio en el que había hallado compasión, consuelo, felicidad... y amor. Los libros amaban a todo aquel que los abría, dispensaban recogimiento y amistad sin exigir nada a cambio, nunca se marchaban , nunca, aunque los tratasen mal. Amor , verdad, belleza, sabiduría y consuelo ante la muerte. ¡Quién lo había dicho? Algún otro chalado por los libros cuyo nombre no acertaba a recordar, pero sí sus palabras. Las palabras son inmortales... Salvo que llegue alguien y las queme."

3 comentarios:

Cyllan dijo...

Me parece que me lo apunto Alex. A la lista para que me lo echen los reyes magos ;)

Alexandre dijo...

Pues haces bien, espero que te guste;)

Valeria dijo...

Hola, Alex. Me encantó tu blog!!!!! Me apunté muchas cosas, la verdad que buenisimo. Yo me llamo Valeria y soy de Argentina. También tengo un blog. Voy a poner el link de tu sitio en mi página asi sigo entranado, porque me gusta que no hemos leido demasiados libros en común, y eso es mas enriquecedor!!!
Saludos