
Premio Minotauro Internacional 2004. Esta es la primera novela de fantasía épica escrita por un autor español que he leído y la verdad es que ha sido un gran descubrimiento León Arsenal. El comienzo me abrumó por la complejidad con que me encontré, la cantidad de nombres del mundo creado por el autor, el número de tribus y castas, los tipos de sociedades…Esto hizo que frenara la lectura, pero luego me fui adentrando en la historia cada vez más, una vez pasas la primera fase te encontrarás envuelto en las aventuras del hombre-lobo Corocota completamente, en su viaje , en su búsqueda incesante de Tura Tumba.
Este libro no es una novela de fantasía épica propiamente, o al menos, no a lo que estamos acostumbrados después de toda la vorágine y el fenómeno post-Tolkien. El mayor mérito de la novela radica en su originalidad y en aportar cosas nuevas al género, a mi juicio. Nos encontraremos en sus páginas uan historia de fantástica ambientación, se respira el fragor de la batalla, pura épica. En mi opinión, el autor no pretendió crear una historia de profundaía de personajes. Creo q e por no esperar eso disfruté de la historia.
Para mí es una novela más que recomendable, pero yo no lo recomendaría para iniciarse en el género, por su complejidad (ahí está el mérito, todo un mundo recreado de forma fascinante en 300 páginas, algo poco común en este género de sagas kilométricas) es más apropiada para lectores que ya hayan leído mucha fantasía. Creo que disfrutarían más del libro estos últimos.
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“La organización de los Seis Dedos es demasiado primitiva. No tienen más que un puñado de leyes y castigos para aquellos que las transgreden. Si hubiera una filosofía que rigiera sus vidas, conceptos más elevados que diesen sentido a las relaciones entre gentes y pueblos, por encima de la hospitalidad y la venganza de sangre, la cosa sería distinta. Allá donde el miedo fracasaa,la moral puede vencer. Si los hombres y la sociedad se ven regidos por una moral, la propia presión interna conduce y obliga sin violencia exterior.”
“Yo no me escondo de nada ni de nadie, ni me importa lo que pienses tú de mí. Soy un cazador de cabezas: estoy para matar rompevedas, no para quedar bien delante de nadie. Mis maestros me enseñaron que la paciencia, la perseverancia y la resistencia valen tanto para un miembro de sociedad como un par de buenas espadas.¿De qué sirve ser animoso sólo a ratos? Un buen cazador no debe temer ni a la adversidad ni al fracaso.”
“La Máscara Real encarna unas ideas. Y, cuando hablamos de ideas, los papeles se trastocan: son las ideas las que importan y los hombres se convierten en máscaras tras las que éstas se esconden para enfrentarse una y otra vez.”
“Cargar con una máscara es con frecuencia de lo más gravoso. La máscara protege pero también obliga. Un máscara no es sólo su esencia, sino también la suma de lo que sus sucesivos portadores hacen con ella…, y eso puedes acabar siendo una obligación muy pesada para el portador”

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