
El autor creo todo un universo en una trama muy bien trabajada, que consigue que el lector no abandone las páginas y quiera llegar hasta el final, por la emotividad e impacto de los sucesos. Los personajes son tan inolvidables como diferentes. Así tenemos a personajes tan distintos como José Arcadio Buendía y Aureliano, a pesar de ser padre e hijo.
El tema de la novela invita a reflexionar: la riqueza material no nos hace feliz si no tenemos riqueza espiritual y emocional, pues nos vemos condenados a la soledad. La prueba de ello está en que ninguno de los Buendía encuentra la felicidad, limitándose a lo material, dejando de lado el amor.
En la trama se emplean demasiados saltos temporales hacia el futuro, y a veces pueden desorientar con la situación presente. El mayor motivo para que aún no se hayan atrevido a hacer una adaptación cinematográfica.
El tema de la novela invita a reflexionar: la riqueza material no nos hace feliz si no tenemos riqueza espiritual y emocional, pues nos vemos condenados a la soledad. La prueba de ello está en que ninguno de los Buendía encuentra la felicidad, limitándose a lo material, dejando de lado el amor.
En la trama se emplean demasiados saltos temporales hacia el futuro, y a veces pueden desorientar con la situación presente. El mayor motivo para que aún no se hayan atrevido a hacer una adaptación cinematográfica.
***
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.”
“En aquél Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el polvo y el calor se habían hecho tan tenaces que costaba trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y por la soledad del amor en una casa dónde era casi imposible dormir por el estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Ursula eran los únicos seres felices, y los más felices sobre la tierra.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario