martes, abril 29, 2008

FIRMIN de Sam Savage


Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. Original, brillante y llena de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.


El argumento de Firmin me atraía mucho, por eso no dudé en que tendría que leer el libro. Una vez leído las expectativas se han cumplido, se me ha hecho una lectura muy agradable, evocadora y emotiva, gracias al gran personaje que crea el autor en Firmin. Es muy curioso como dibuja a esta rata, que lee con ahínco todos los clásicos universales, que vive con entusiasmo la literatura hasta el punto de escribir. Una rata incomprendida por su congéneres, pero que lleva una vida dichosa observando el movimiento de una librería. No deja de ser poético. El libro es un símbolo para quienes amamos los libros, porque los sentimientos de Firmin todos los hemos vivido alguna vez. La relación que establece con el escritor bohemio Jerry Magoon es realmente hermosa, es mi parte favorita de esta historia. La novela está llena de pasajes que son pura poesía. El único inconveniente que observo en esta obra es el sabor agridulce que me dejó el final. Un gran debut el de este autor. Esperemos que publique más y que siga editando en castellano.


***


“Siempre imaginé que la crónica de mi vida, si acaso alguna vez llegaba a escribirla, tendría una primera frase excelente: algo lírico, como “Lolita, luz de mi vida, ser de mis entrañas”, de Nabokov; y, si no me salía nada lírico, algo arrollador, como “Todas las familias felices se asemejan, pero cada familia desdichada es desdichada a su manera”, de Tolstoi. La gente recuerda estas palabras incluso cuando ya ha olvidado todo lo demás que hay en el libro”


"La vida es breve pero aun así, siempre podemos aprender un par de cosas antes de la traca final. Una de las cosas que tengo observadas es que los extremos se tocan. Los grandes amores se transforman en grandes odios, la callada paz deriva en estrepitosa guerra, el tedio infinito genera enorme excitación."


"Me he pasado la vida entera mirando el mundo por las rendijas y estaba harto. Pero cuando me aparté de aquella fisura, con su panorámica del mundo en agonía, fue sólo para afrontar otra distinta, esta vez en el tiempo. Una rendija en el tiempo por la que entraban los recuerdos como un océano."


“Me di cuenta, al principio, de que cada libro poseía un sabor distinto-dulce, amargo, agrio, agridulce, rancio, salado, ácido-, según fue pasando el tiempo y mis sentidos ganaban en agudeza, llegué a captar el sabor de cada página, de cada frase y, finalmente, de cada palabra (...)”


"Ahora, tras las bofetadas y conmociones de la vida, vuelvo la vista a la niñez con la esperanza de descubrir alguna confirmación de mi propia valía, alguna señal de que estaba destinado, al menos por un tiempo, a ser algo más que diletante y bufón, que me vi superado por las inexorables circunstancias y no por ningún fallo interno.”

1 comentario:

César dijo...

estoy de acuerdo contigo Alex en tu interpretación de la historia.

Me alegro que te gustara el libro!
Saludos