Nathan Glass ha sobrevivido a un cáncer de pulmón y a un divorcio después de tres décadas de matrimonio, y ha vuelto a Brooklyn, el lugar donde pasó su infancia. Hasta que enfermó era un vendedor de seguros; ahora que ya no tiene que ganarse la vida, piensa escribir El libro del desvarío humano. Contará todo lo que pasa a su alrededor, todo lo que le ocurre y lo que se le ocurre. Comienza a frecuentar el bar del barrio y está casi enamorado de la camarera. Y va tambié;n a la librería de segunda mano de Harry Brightman, un homosexual culto que no es quien dice ser. Y allí se encuentra con Tom, su sobrino, el hijo de su amada hermana muerta. El joven había sido un universitario brillante. Y ahora, solitario, conduce un taxi y ayuda a Brightman a clasificar sus libros... Poco a poco, Nathan irá descubriendo que no ha venido a Brooklyn a morir, sino a vivir.
Brooklyn Follies es mi segunda lectura de Paul Auster. Si la comparo con Tombuctú, el segundo supera al primero, pero los dos son libros especiales, que se recuerdan de forma entrañable. Este libro es sobre todo un canto a la vida, a la posibilidad de buscar la belleza de la vida estando junto a los demás, habla del poder del amor, de todo lo que nos pueden aportar las personas si abrimos el horizonte. En el momento en el que me encuentro personalmente, este libro me llegado mucho. Así como reza en la contraportada Nathan que llega a Brooklyn con la intención de morir, vive, acompaña a Tom, a Harry y a otros tantos personajes en esta historia. Todo relatado con la ironía que destila la filosofía de vida del protagonista, aderezado con decenas de pasajes hermosos del ir y venir de Brooklyn. Se crean varias microtramas para cada personaje. Mi personaje favorito es Tom, y a raíz de esta novela ha aumentado mi interés por la lectura de la obra de Kafka (sublime el cuento de la muñeca). Recomiendo completamente esta novela.
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"Nunca debe subestimarse el poder de los libros."
"Estaba buscando un sitio tranquilo para morir. Alguien me recomendó Brooklyn, de manera que al día siguiente salí de Westchester y fui para allá a reconocer el terreno. No había vuelto en 56 años y no me acordaba de nada."
"Kafka le ha dado otra cosa a cambio (...) La niña tiene la historia, y cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realisas deja de existir."
"Quiero hablar de felicidad y binestar, de esos raros e inesperados momentos en que enmudece la voz interior y uno se siente en paz con el mundo. Quiero hablar del tiempo hace a primeros meses de junio, de armonía y tranquilo reposo, de petirrojos y pinzones amarillos, de azulejos que pasan como flechas entre las verdes hojas de los árboles. Quiero recordar los cerúleos atardeceres, los lánguidos y rosáceos amaneceres, los osos de noche en el bosque. Quiero traerlo todo a la memoria. Si todo es demasiado pedir, entonces sólo una parte."
"Intenta en cajar los golpes. Lleva la cabeza alta. Que no te tomen el pelo. Vota a los demócratas en todas las elecciones. Pasea en bici por el parque. Sueña con mi cuerpo inigualable y perfecto. Toma vitaminas. Bebe ocho vasos de agua al día. Apoya a los Mets. Ve mcuho al cine. No te mates a trabajar. Haz un viaje conmigo a París. Cepíllate los dientes después de cada comida. No cruces la calle con el semáforo en rojo Defiende al débil. Hazte valer. Recuerda lo hermosa que eres. Bebe un whisky con hielo todos los días. Respira profundamente. Mantén los ojos abiertos. No comas grasas. Sueña el sueño de los justos. Recuerda cánto te quiero."
1 comentario:
Yo he leído varios libros de Paul Auster. Estoy completamente de acuerdo acerca de Tombuctú, me encanta cómo se mete en la piel de Mr. Bones, como piensa y siente como un perro. Si te ha gustado , te recomendo "El Palacio de la Luna". No he leído "Brooklyn Follies" aún, pero lo haré seguro. Aunque a veces el esquema de las novelas se repite, Auster me resulta adictivo desde que leí "Leviathan". Sus novelas son como la vida misma.
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