Primero decir que esta entrada se la dedico a Aurora, pues gracias a ella he disfrutado de este maravilloso libro de aventuras. Y decirle que ha conseguido hacerme feliz con su gesto."No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente"... Con estas palabras empieza El capitán Alatriste, la historia de un soldado veterano de los tercios de Flandes que malvive como espadachín a sueldo en el Madrid del siglo XVII. Sus aventuras peligrosas y apasionantes nos sumergen sin aliento en las intrigas de la Corte de una España corrupta y en decadencia, las emboscadas en callejones oscuros entre el brillo de dos aceros, las tabernas donde Francisco de Quevedo compone sonetos entre pendencias y botellas de vino, o los corrales de comedias donde las representaciones de Lope de Vega terminan a cuchilladas. Todo ello de la mano de personajes entrañables o fascinantes: el joven Íñigo Balboa, el implacable inquisidor fray Emilio Bocanegra, el peligroso asesino Gualterio Malatesta, o el diabólico secretario del rey, Luis de Alquézar. Acción, historia y aventura se dan cita en estas páginas inolvidables.
Decir que he empezado el libro con mucha ilusión por el hermoso gesto que han tenido conmigo mis lectores empedernidos. Esta es la tercera novela que leo de Arturo Pérez Reverte y se convierte en mi favorita hasta ahora. El autor recupera el género del folletín y se desenvuelve muy bien en él en mi opinión. Reverte es un ferviente admirador de Alexandre Dumas y en este libro le hace un homenaje retomando las historias de los espadachines. La época en que se desarrolla esta historia es la misma de Los tres mosqueteros. El relato en primera persona de Ínigo Balboa consiguió que conectara enseguida con el libro. A ello se sumó el fantástico personaje de Diego Alatriste y Tenorio y seguir sus aventuras en las calles de Madrid. Luego otros personajes estremecedores como Malatesta o Emilio Bocanegra. Además me encantó como el autor dibujó al poeta Francisco de Quevedo con sus discursos vehementes.
Una novela de aventuras que no defrauda.
Muy pronto emprenderé el viaje a Limpieza de sangre.
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"No queda sino batirnos"
"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado como soldado de los tercios viejos en las guerras de Flandes. Cuando lo conocí malvivía en Madrid, alquilándose por cuatro maravedís en trabajos de poco lustre, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que no tenían la destreza o los arrestos para solventar sus propias querellas."
"A don Francisco de Quevedo, eso pude entenderlo más tarde, le dolía mucho España. Una España todavía temible en el exterior, pero que a pesar de la pompa y el artificio, de nuestro joven y simpático rey, de nuestro orgullo nacional y nuestros heroicos héroes de armas, se había echado a dormir confiada en el oro y la plata que traían los galeones de Indias. Pero ese oro y esa plata se perdían en manos de la aristocracia, el funcionariado y el clero, perezozos, maleados e improductivos, y se derrochaban en vanas empresas como mantener la costosa guerra de Flandes, donde poner una pica, o sea, un nuevo piquero o soldado, costaba un ojo de la cara."
1 comentario:
¡Disfruta de la saga, Alex!
No tenía comentario directo de nadie sobre estos libros. Mi impresión general de Pérez-Reverte es buena (de tres libros que he leído, dos me han fascinado). Así que, con tu comentario sobre esta primera entrega, la tendré muy presente.
Un abrazo.
Junior
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